jueves, 26 de agosto de 2010

Plegaria de los huérfanos

Periódico La Jornada Miércoles 18 de agosto de 2010, p. 2

Nosotros, Señor, los niños huérfanos y las niñas huérfanas de México te rogamos: 
Déjanos gozar la plenitud de nuestra orfandad. 
Nuestros padres murieron porque fue tu Voluntad. 
Nuestros padres nos abandonaron porque fue tu Voluntad. 
Porque Tú así lo quisiste, nuestras madres fueron violadas por desconocidos a los que nunca volvieron a ver, y ellas nos arrojaron a un basurero o nos dejaron a las puertas de un Templo. 
Déjanos, Señor, honrar tu Divina Voluntad. 
Es nuestro privilegio. 
No nos entregues a la adopción de parejas del mismo sexo. 
Por mucho amor que piensen darnos. Por mucho amor que, de verdad, nos den. 
Preferimos el desamor del abandono. Preferimos el desamor de la indiferencia. 
Es nuestro privilegio. 
Preferimos, a tener dos padres amorosos o dos madres amorosas, vivir como vinimos a este mundo: sin un solo padre, sin una sola madre. 
Preferimos, a tener el amor toda la vida de dos hombres o dos mujeres de buenas intenciones y buena alma, no tener el amor de nadie desde siempre y para siempre. 
Preferimos el desamor de la orfandad. 
Déjanos, Señor, la libertad de vivir como huérfanos en un orfanatorio. 
De vestir como huérfanos, el uniforme del orfanatorio. 
De comer, como huérfanos, la miserable comida del orfanatorio. 
De dormir, como huérfanos, en los multitudinarios dormitorios de los orfanatorios. 
Déjanos, Señor, que cuando lleguemos a los albores de nuestra adolescencia nos echen a la calle, como a todos los huérfanos, del orfanatorio. 
Es nuestro privilegio. 
Así honramos tu Divina Voluntad. 
Déjanos, Señor, quedarnos sin estudios, crecer sin moral y sin religión, sin nadie a quien aprendamos a amar, sin nadie que nos enseñe a amarte. 
Déjanos ser niños de la calle, hombres de la calle, mujeres de la calle. 
Déjanos disfrazarnos de payasos y malabaristas para malganarnos la vida en las esquinas. 
Déjanos ser franeleros toda la vida. 
Déjanos ser mendigos. 
Es nuestro privilegio. 
Déjanos dedicarnos a limpiar los parabrisas de los automóviles.
Déjanos ser presa fácil del crimen y de la droga, del alcohol. 
Déjanos ser criminales. 
Déjanos ser ladrones y narcos. 
Déjanos caer muertos a los veinte años de una sobredosis. 
Déjanos morir de hambre en un callejón, déjanos ser asesinados en la flor de nuestra juventud. 
Déjanos vivir parte de nuestra orfandad en las cárceles. 
Es nuestro privilegio. 
Danos la oportunidad, como se la diste a nuestros padres biológicos, de fundar hogares que podamos destruir para poder tener hijos que, con su orfandad, sean el espejo de la orfandad de sus padres y de sus madres, de su crueldad, de su irresponsabilidad, de su desapego. 
Déjanos, Señor, prostituirnos a los doce, a los trece, a los catorce años. 
Déjanos, Señor, ser las putitas y los putitos de los proxenetas. 
Déjanos, Señor, ser pasto de los pederastas en las escuelas, en tus templos. 
Pero no nos des por guía a dos mujeres, o a dos hombres, aunque todos sean, como nosotros, tus hijos, y todos, como nosotros, seres humanos. 
Por mucho amor que nos prometan. 
Por mucho amor que nos tengan. Y así nos colmen con alegrías y comprensión. Así nos dignifiquen como pobres criaturas de Dios y por mucho amor que tengan a ti mismo. 
No merecen nuestro amor recíproco porque no merecen, siquiera, el tuyo. 
Preferimos el desamor de la ausencia. 
Preferimos el desamor del olvido. 
Pero si es tu Divina Voluntad, Señor, darnos un hogar y arrancarnos así el privilegio de no haberlo tenido, Señor, haz que las buenas familias cristianas de México que ya tienen hijos, nos adopten; haz que todas las parejas sin hijos de México, nos adopten. 
A todos, Señor. 
Cualquiera sea el color de nuestra piel. Así seamos blancos o indios, negros. Así estemos ciegos, o cojos, o mudos. 
Tú, si te lo propones, Señor, puedes hacerlo. 
Diles a esas buenas familias cristianas que así aliviarán sus conciencias: evitándonos ser adoptados por parejas del mismo sexo. 
No nos des dos padres o dos madres, Señor. 
Tú nos diste el frío de la ciudad y el silencio de la noche: los preferimos al calor de sus hogares y a la dulzura de sus palabras. 
Y si nada de esto puedes hacer porque no lo quieres hacer, porque tu Divina y misteriosa e inescrutable Divina Voluntad se impone a tu Divina Omnipotencia, Señor, déjanos tranquilos. 
Déjanos, así como nacimos parias, ser parias toda la vida para salvaguardar tu Voluntad. 
Déjanos crecer desprotegidos en el desamor de la intemperie, en la periferia de la sociedad, en el vacío del rechazo y el desdén. 
Déjanos Tú, tú, el Señor sin cuya voluntad no se mueve la hoja de un árbol, déjanos, Señor, que como hojas nos arrastre el viento de la soledad y la derelicción. 
Es nuestro privilegio: somos los privilegiados de la Tierra porque sabemos que, gracias a tu infinita Misericordia, le has prometido, a aquellos que en esta vida habitan un infierno, que en la otra vida serán ciudadanos del Reino de los Cielos. 
Gracias, Señor. 

Fernando del Paso

miércoles, 18 de agosto de 2010

De celebraciones, restos y oropeles
Paco Ignacio Taibo II
Si algo caracteriza a la nacoburguesía que hoy nos gobierna, es su analfabetismo histórico, su incapacidad de verse en el pasado, su ausencia de identidad; incluso su falta de habilidad para montar una retórica rimbombante y fraudulenta al viejo estilo priísta. Sus escasas e inconfesables nostalgias los aproximan (a los menos lerdos de ellos) al obispo Labastida (aquel que organizaba tedeums para el ejército imperial), al príncipe Félix de Salm-Salm (quien a pesar del apellido ridículo usaba una casaca chingoncísima bordada en oro), al ecuánime José Yves Limantour (banquero de banqueros y además con apellido francés) y a Ramón Corral (self made norteño que instrumentó el genocidio yaqui); difícilmente los acercan al cura ilustrado e indios Miguel, que puso en armas en 15 días a 25 mil indígenas, al irónico y lúcido Guillermo Prieto, quien tras haber cuidado de los dineros del país fue enterrado con un gabán al que le faltaban dos botones, o al iluminado Ricardo Flores Magón que llegó a decir que el abismo no le molestaba, que era más bella el agua despeñándose.
De tal manera que situados ante la incómoda obligación patria de celebrar el doble centenario (en México un gobernante puede comprar castillos en Francia, ser asesino, pedófilo, pero no ignorar las rutinas de las tradiciones), apelaron a sus escasos recuerdos de la educación primaria (Lujambio incluido) y los mezclaron con los viajes que habían hecho con sus papás a Disneylandia y con la otra gran tradición nacional, el estilo de los brujos del espectáculo más real que la realidad, según ha afirmado por los siglos de los siglos Televisa. Con este sorprendente material entre las manos, a trompicones les fue saliendo un seudo fastuoso conjunto de actos en los que se han consumido y habrán de quemarse, muchísimos millones, que incluyen partidos de futbol, renombramiento de calles ya nombradas, espectáculos pirotécnicos, exposiciones como las que se hacen en galerías inglesas, iluminación de santuarios en Guanajuato, celebraciones del águila calva, libros sobre la biodiversidad en Campeche y partidos de la NBA en Chihuahua (si Villa viviera capaz le entraba a tiros hasta al árbitro).
Y usaron al fiel compañero de toda propuesta televisiva, que Paul Joseph Goebbels ya les había diseñado: reiteración hasta el hastío.
II
Hace 100 años sólo gastó 20 millones de pesos, pero eran de los pesos de entonces. Y propietario de la locura senil del viejo régimen, Porfirio Díaz decidió tirar la casa por la ventana (total, si el país era suyo) y ofreció telégrafo gratis a los ilustres visitantes, iluminó la ciudad y organizó bailes en los que los ricos bailaban y los pobres miraban, y creó desfiles y arcos triunfales, y sacó a mil 200 mendigos y sifilíticos de la zona asfaltada con ayuda de la policía, y a los que no estaban bien vestidos no los dejó pasar a los festejos. Un compendio de derroche y buenas costumbres. De España retornó la casaca de Morelos y el Shah de Persia envió embajador. En el baile de Palacio Nacional se colocaron 30 mil estrellas eléctricas y sonó la campana traída de Dolores.
Por cierto que los jolgorios se iniciaron, en septiembre de 1910, con la creación de un asilo para locos, una cárcel y una estación sismográfica. Para que luego digan que en México lo simbólico no juega en primera división.
Hace 100 años y, sin embargo, uno no puede de evitar sonreírse ante el parecido de las maneras de entender la fiesta de la Independencia de aquel y de estos.
III
En esta repetición como farsa del pasado. ¿Lo que era farsa se vuelve superfarsa? El último acto de nuestros federales en esta poco sutil imitación porfiriana, fue una pieza peculiar: ¿Y por qué no pasear la osamenta nacional? Queda bonito, con cadetes del Colegio Militar en uniforme de gala. Sacar a pasear los restos de los caudillos de la Independencia.
Y los sacaron.
Pero más allá de las inexistentes virtudes del culto a los huesos, que no a las ideas, había algo torcido en la osamenta de esa urna.
El ceremonial se había producido originalmente en 1823, pero tenía un sentido profundo, reivindicar a Hidalgo, Morelos, Allende, Matamoros, Abasolo, Jiménez como autores de la Independencia, contraponiéndolos a la figura de Iturbide.
El 19 de julio 1823 se exhumaron los restos, en el panteón de Chihuahua, de Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez, y del panteón de San Sebastián, en Guanajuato, se sacaron de la tumba los cráneos de los cuatro fusilados. Por primera vez esqueleto y cráneos se reunieron. En el camino se recogieron los restos de Francisco Javier Mina y de Pedro Moreno. De Ecatepec fueron traídos a la ciudad de México los restos de Morelos.
Hay constancia de que se trataba de una sola urna con los restos mezclados. (una caja que se conducirá a esta capital, cuya llave se custodiará en el archivo del Congreso), no hubo mucho rigor en los desentierros, huesos mezclados, pérdidas. Poco después la urna se depositó en la capilla de San Felipe de Jesús y luego pasó al altar de los Reyes, siempre en la Catedral metropolitana.
Casi 100 años más tarde, en 1911, una exploración de los restos encabezada por funcionarios del Museo Nacional y probablemente ordenada por Porfirio Díaz, descubrió un gran desorden, donde encontraron un ataúd negro con cordeles, una urna negra vacía, una urna destrozada y una más cubierta por restos de albañilería.
Supuestamente se habían sumado a los restos originales a lo largo de los años nuevas osamentas, pero en el proceso se había producido más de un desastre:
Los restos de Matamoros fueron olvidados en el traslado original, más tarde supuestamente recuperados, pero faltando el cráneo, que luego y de nuevo supuestamente apareció muchos años después en manos de un presbítero, que dijo lo había guardado para que no lo dañaran los albañiles. Cráneo al que se grabaría una M con buril. Es muy posible que se encuentren desaparecidos los restos de Morelos, probablemente robados en la etapa imperial por su hijo Juan Nepomuceno Almonte. El que se dice era el cráneo de Hidalgo, sin duda no lo es, porque muestra un tiro de gracia y según narración de su ejecutor, Pedro de Armendáriz, la culminación de su fusilamiento en Chihuahua le fue dada por dos soldados poniendo la boca del fusil sobre el corazón; el cuerpo de Hermenegildo Galeana nunca llegó a la columna de la Independencia y desapareció de la lista de los caudillos de la Independencia, porque su cadáver decapitado había sido abandonado en pleno campo y fue enterrado por compañeros en las proximidades del salitral, cerca de Coyuca, y los que lo hicieron fueron capturados y luego fusilados, dejando en misterio el paradero. Otro tanto sucedió con la desaparecida urna que llegó en 1843 del panteón de Oaxaca con los restos de Vicente Guerrero. Y por si esto fuera poco, hay registro que otra de las urnas de cristal fue perdida en 1895. Para acabar con esta chapuza histórica los nombres enlistados en la columna fueron 12 y no 14 omitiéndose los de Víctor Rosales y Pedro Moreno. Habían quedado fuera, sin razones claras, los de Guadalupe Victoria, Albino García e Ignacio Rayón, junto a tantos otros que merecían el reconocimiento.
Y aun así, dispusieron el paseo.
Si querían poner orden en los desastres originales, no lo hicieron, no se intentaron los largos procesos de reconocimiento usando técnicas de reconstrucción facial a partir de los cráneos o el intentar pruebas de ADN (tedioso trabajo que implicaba buscar a los herederos). El INAH se limitó a darles tratamiento a los huesos antes de que se volvieran polvo y la reconstrucción histórica, y qué es lo que allí había... no se hizo pública. Eso sí, el secretario de Educación aseguró que toda la evidencia documental confirmaba la correspondencia entre los huesos y los 14 nombres. Y el Presidente se declaró regocijado.
Más allá que hay mucho más de Hidalgo en la anécdota que cuenta que trató de poner en armas a los comanches, que en sus huesos; que hay mucho más de Matamoros en las frases que pronuncia cuando lo van a fusilar reconociendo que a pesar de haber manejado los fondos de las columnas de Morelos no tiene dinero para que le corten el pelo y que pide como última voluntad a sus verdugos que lo hagan, que en su supuesto cráneo. Más allá de que los huesos se desvanecen y las ideas no, vaya chapuza.

martes, 17 de agosto de 2010

Régimen tenebroso
Pedro Miguel
En todas sus acepciones, la literal y la figurada, el adjetivo le calza a la perfección al calderonato. Hagamos el recuento y empecemos por la primera: desde octubre pasado, el valle de México ha perdido luminosidad, y esta vez no ha sido por alguna temible consecuencia de la contaminación, sino porque un hombrecito empoderado a la mala decidió, en función de sus rencores políticos y porque así conviene al peculio de sus socios y amigos, dejar al Valle de México sin la empresa que distribuía la electricidad y daba mantenimiento a la red eléctrica. Posteriormente, sus subordinados decidieron mantener en la oscuridad las razones de esa decisión, no fuera a ser que la sociedad las hallara tan impresentables que se generaran actos violentos o conflictos sociales. Por añadidura, del apagón a la fecha, la Comisión Federal de Electricidad (que, a como nos ha ido con ella, debiera llamarse más bien Comisión Federal de Oscuridad) ha entregado más de 500 contratos, por un monto total de mil millones de pesos, y sin licitación de por medio, a empresas fantasma expertas en asegurar la durabilidad de los cortes de energía y en provocar otros nuevos. La caracterización de empresas fantasma, por cierto, es responsabilidad de los propios funcionarios de LFC que se negaron a identificar a tales compañías.
Además de oscuro, este desgobierno es, en las dos acepciones de la RAE, oscurantista: opositor sistemático a la instrucción de las clases populares –miren nada más la de regalos a Televisa, al gordillismo y al clero, promotores de la ignorancia– y defensor de ideas o actitudes irracionales o retrógradas: desde Los Pinos, en alianza con Catedral, se ha emprendido una cruzada feroz y sostenida contra los avances legislativos del Distrito Federal que aseguran derechos sociales y reproductivos a mujeres y a personas no heterosexuales, en tanto que los testaferros estatales del panismo felipista han convertido las cárceles en calabozos de la Inquisición para alojar en ellos a mujeres que abortan.
Una de las significaciones ineludibles de la metáfora es que, por obra y decisión del calderonato, 28 mil mexicanos han llegado a la oscuridad definitiva de las tumbas (o de los tambos pozoleros), al ritmo de los alegres exhortos necrófilos del gobierno: esta lucha costará más vidas. Si ven polvo es porque limpiamos la casa, escribió algún plumífero para que Calderón firmara un artículo en Le Monde, acaso sin reparar en la confesión que implica la frase: la autoridad ha decidido usar a la muerte como escoba; la limpieza es social y demográfica, y el régimen se ha tomado la libertad de reducir a polvo a algunas decenas de miles de personas. Que la opinión pública internacional sepa disculpar las molestias que le ocasiona esta obra de exterminio.
El calderonato es, además, macabro, en la medida en que se regodea en la fealdad de la muerte y de la repulsión que ésta suele causar (acuérdense del cadáver de Beltrán Leyva, aderezado por sus verdugos con dólares y joyas para la exhibición mediática póstuma). Con semejantes aficiones tanáticas, no es de extrañar que Calderón, para mitigar su propia insignificancia cívica, se ponga a jugar con los despojos mortales de los héroes de la Independencia o que invente, con ellos, ritos más propios de brujo que de estadista. Esa clase de entretenimiento con restos áridos es perverso, pero poco relevante en comparación con su apuesta por la muerte de personas vivas.
En este ambiente de sordidez generalizada, parte del decorado lógico de casa de los sustos son las celdas de castigo en un orfanatorio del DIF o el que una directora de reclusorio (el penal de El Llano, en Aguascalientes) ya de plano se disfrace de Gatúbela región 4 y recorra por las noches los pasillos de la cárcel a su cargo para torturar a los internos; Socorro Gaspar Rivera es sólo otro personaje truculento de un régimen sórdido, dominado por su propio Destrudo: Carstens, bola de demolición de empleos e ingresos; Ulises Ruiz, el de las fauces llenas de sangre; los quema niños de Hermosillo; García Luna, violador contumaz de derechos humanos; Lozano Alarcón y su manifiesto sadismo laboral; Peña Nieto, desaparecedor y aparecedor de cadáveres infantiles; Norberto, con sus excomuniones a la modernidad y sus encubrimientos de pederastas; Germán Larrea, enterrador de mineros; Gastón Azcárraga, quebrador de aerolíneas...
Pero, con todo y las enormes pérdidas humanas y materiales que ha causado, el régimen tenebroso es una imposición simbólica. Hay que atreverse a empujar y derribar los muros de utilería de la casa de los sustos y comprobar que, fuera de ella, el país puede ser un sitio luminoso.
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lunes, 16 de agosto de 2010

Tongo nacional
Hermann Bellinghausen
Atrapados en un gran guiñol donde los acontecimientos públicos y buena parte de las noticias huelen a engaño, a otra cosa, crece en la población un descreimiento hondo. Lo que no es brutal es falso. Y todo, trampeado. Expuestas a un ambiente así por tiempo prolongado, las convicciones se desmoronan. Los compromisos políticos, sociales, morales, pierden sentido. Y la dupla bicentenario-centenario, que debía oler a incienso y fiesta, huele a carroña.
El match conmemorativo de las selecciones mexicana y española, flamante campeona del mundo, dejó un sabor a burla, tongo, arreglo, que rara vez sentimos tanto, al menos en futbol. ¿Cuánto costó, en dinero y presiones diplomáticas, el pobre partidazo donde lo que menos importó fue el juego? Guión elemental: gol tempranero de los del cumpleaños. Tomas al presidente semi escondido en su palco, del estadio lleno. En el partido no pasa gran cosa, lo mexicanos tratan, contra unos españoles decididos a jugar poco y no dejar jugar al contrario, y cuando casi sin remedio llegan al marco nacional, los campeones fallan inexplicablemente, como cuando un adulto cascarea con niños en el parque.
Iban a jugar sólo suplentes de la escuadra campeona. Al final (¿subió la barra?), alinearon las estrellas. La verdad ni se notó. Ya para concluir, el conveniente empate, que pudo ocurrir en cualquier otro momento. La ceremonia de la copa para la ocasión, bendecida en la Basílica y toda la cosa, fue un trámite para los visitantes, que posaron con desgano profesional. Ni modo que ganaran los descendientes de los conquistadores expulsados en la Independencia. Ni modo que perdiera el campeón mundial en su primer partido tras la coronación. Los comentaristas, sin partido que narrar, parlotearon sobre contratos, plazos y sueldos de los jugadores, su peso en oro; a eso se resume ahora el deporte comercial: un vasto negocio de corporaciones y gobiernos, como todo.
El resto del escenario luce igual, neblinoso. Del secuestro del jefe Diego al paseo inútil de los huesos de los padres de la Patria y la manita de gato que dicen les dieron. La auto exoneración en abierto tono de farsa del gobernador oaxaqueño Ruiz Ortiz compite con el sospechosísimo quebrante de Mexicana. La guerra de la seguridad calderonista no deja nada en claro, como no sean charcos de sangre, y menos los abusos de las Fuerzas Armadas y policías federales. Se investiga el incendio de la guardería ABC, se impone un comisionado de comunicaciones en favor de las televisoras, el ministro Molinar se arruga ante medios y Congreso, para salir enseguida planchadito y almidonado.
El presidente del empleo, del haiga sido como haiga sido, hace gala continua de mal gusto y hueros entusiasmos, en lo que su inexplicablemente lozano secretario de Trabajo ladra al sindicato que se mueva, y muerde en cuanto puede. El atildado titular de Educación, cómplice directo de la corrupción magisterial y educativa representada por su socia la maestra Gordillo, se apresta a echar la casa por la ventana y dejarnos apantallados con la fiesta de bicentenario menos prendida que cabía esperar.
Es normal. La retórica ultraderechista del gobierno nacional no conecta con nuestra Historia, con las figuras que representan la lucha del pueblo (ya no digamos el pueblo mismo): Hidalgo, Morelos, Guerrero, Juárez, Zaragoza, Zapata, Villa, Flores Magón. Se siente más a gusto con las figuras de restauración, tiranía y antidemocracia: Iturbide, Maximiliano, Díaz. Aunque no sean ellos los que celebran los centenarios de 2010, se las arreglaron para meterlos al programa, igual que a los Cristeros, que ni debían pintar. Total, nadie cree.
A los mexicanos siempre nos han gustado nuestra historia y su buena literatura. Sus libros han sido para los editores materia segura. Los textos buenos, los de divulgación y los malos, las grandes novelas (La sombra del caudillo, Noticias del Imperio). Pero en nombre de una nueva objetividad, los historiadores y comentaristas a sueldo de las celebraciones abonan la desconfianza y apuestan a la ignorancia creciente del público, al olvido de la historia profunda de México, que no es otra que la de sus luchas populares y resistencias contra gobiernos como el actual: ilegítimos, ladrones, traidores, conservadores, que invocaban para todo al Dios de Roma o pactaron con él en el virreinato, la contrarreforma, el porfiriato, el salinismo.
Partidos como franquicias y comicios en compraventa. La industria de comida chatarra impone condiciones al sistema educativo nacional. O bien, la increíble hazaña del cuasi santo de Cotija, Marcial Maciel, mexicano universal y celestial, adorado por la oligarquía criolla y hoy motivo de vómito mundial. O la existencia y poderío de personajes impresentables como son todos los capos del narco, su popularidad: los jóvenes han de optar entre ser sus víctimas o servirles como victimarios. Cuando lo que no es tragedia es farsa, ¿qué vamos celebrar?

REFLEXIONES DE FIDEL
La ONU, la impunidad y la guerra
15 AGOSTO 2010
La Resolución 1929 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el 9 de junio de 2010, selló el destino del imperialismo.
No sé cuántos se habrán percatado de que entre otras cosas absurdas, el Secretario General de esa institución, Ban Ki-moon, cumpliendo órdenes superiores, incurrió en el disparate de nombrar a Álvaro Uribe -cuando este estaba a punto de concluir su mandato- vicepresidente de la comisión encargada de investigar el ataque israelita a la flotilla humanitaria, que transportaba alimentos esenciales para la población sitiada en la franja de Gaza. El ataque se produjo en aguas internacionales a considerable distancia de la costa.
Dicha decisión le otorgaba a Uribe, acusado por crímenes de guerra, total impunidad como si un país lleno de fosas comunes con cadáveres de personas asesinadas, algunas hasta con dos mil víctimas, y siete bases militares yankis, más el resto de las bases militares colombianas a su servicio, no tuviera nada que ver con el terrorismo y el genocidio.
Por otro lado, el 10 de junio de 2010, el periodista cubano Randy Alonso, que dirige el programa “Mesa Redonda” de la televisión nacional, escribió en el sitio Web CubaDebateun artículo titulado: “El llamado Gobierno Mundial se reunió en Barcelona“, donde señala:
“Llegaron hasta el placentero hotel Dolce en carros de lujo con cristales oscuros o en helicópteros.”
“Eran los más de 100 jerarcas de la economía, las finanzas, la política y los medios de Norteamérica y Europa, quienes vinieron hasta este lugar para la reunión anual del Club de Bilderberg, una especie de gobierno mundial a la sombra.”
Otros articulistas honestos estaban siguiendo igual que él las noticias que lograron filtrarse del extraño encuentro. Alguien mucho más informado que ellos estaba siguiendo la pista de esos eventos desde hacía muchos años.
“El exclusivo Club que se reunió en Sitges nació en 1954. Surgió de la idea del consejero y analista político Joseph Retinger. Sus impulsores iniciales fueron el magnate norteamericano David Rockefeller, el Príncipe Bernardo de Holanda y el Primer Ministro belga, Paul Van Zeeland . Sus propósitos fundacionales eran combatir el creciente ‘antinorteamericanismo’ que había en la Europa de la época y enfrentar a la Unión Soviética y al comunismo que cobraba fuerza en el Viejo Continente.”
“Su primera reunión se celebró en el Hotel Bilderberg, en Osterbeck, Holanda, el 29 y 30 de mayo de 1954. De ahí salió el nombre del grupo, que desde entonces se ha reunido anualmente, con la excepción de 1976.”
“Hay un núcleo de afiliados permanentes  que son los 39 miembros del Steering Comittee, el resto son invitados.”
“…la organización exige que nadie ‘conceda entrevistas’ ni revele nada de lo que ‘un participante individual haya dicho’. Es requisito imprescindible un dominio excelente de la lengua inglesa [...] no hay traductores presentes.”
“No se sabe a ciencia cierta los alcances reales del grupo. Los estudiosos del ente dicen que no es casualidad que se reúnan siempre poco antes que el G-8  (G-7 anteriormente) y que buscan un nuevo orden mundial de gobierno, ejército, economía e ideología única.”
“David Rockefeller dijo en un reportaje a la revista ‘Newsweek’: ‘Algo debe reemplazar a los gobiernos y el poder privado me parece la entidad adecuada para hacerlo’.”
“…el banquero James P. Warburg afirmó: ‘Guste o no guste tendremos un gobierno mundial. La única cuestión es si será por concesión o por imposición’.
Ellos conocían 10 meses antes la fecha exacta de la invasión de Irak; también lo que iba a pasar con la burbuja inmobiliaria. Con información como esa se puede hacer mucho dinero en toda clase de mercados. Y es que hablamos de clubes de poder y de saber’.
“Para los estudiosos, uno de los temas que más preocupa al Club es la ‘amenaza económica’ que significa China y su repercusión en las sociedades norteamericanas y europeas.
“Su influencia en la élite la demuestran algunos con el hecho de que Margaret Thatcher,  Bill Clinton, Anthony Blair y Barack Obama estuvieron entre los invitados al Club antes de que fueran electos al más alto cargo gubernamental en Gran Bretaña y Estados Unidos. Obama acudió a la reunión de junio de 2008 en Virginia, EEUU, cinco meses antes de su triunfo electoral y su victoria se pronosticaba ya desde la reunión del 2007.”
“Entre tanto sigilo, la prensa fue sacando nombres por aquí y por allá. Entre los que llegaron a Sitges estaban importantes empresarios como los presidentes de la FIAT, Coca Cola, France Telecom, Telefónica de España, Suez, Siemens, Shell, Novartis y Airbus.
“También se reunieron gurúes de las finanzas y la economía como el famoso especulador George Soros, los asesores económicos de Obama Paul Volcker y Larry Summers, el flamante Secretario del Tesoro Británico George Osborne, el exPresidente de Goldman Sachs y British Petroleum Peter Shilton [...] el Presidente del Banco Mundial Robert Zoellic, el Director General del FMI Dominique Strauss-Kahn, el Director de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy,  el Presidente del Banco Central Europeo Jean Claude Trichet, el Presidente del Banco Europeo de Inversiones, Philippe Maystad.”
¿Lo sabían nuestros lectores? ¿Algún órgano importante de la prensa hablada o escrita dijeron una palabra? ¿Es esa la libertad de prensa que tanto pregonan en occidente? ¿Puede alguno de ellos negar que estas reuniones sistemáticas de los más poderosos financistas del mundo se llevan a cabo todos los años, con excepción del año señalado?
“El poder militar envió algunos de sus  halcones -continúa Randy- : el ex secretario de Defensa de Bush, Donald Rumsfeld, su subalterno, Paul Wolfowitz, el Secretario General de la OTAN Anders Fogh Rasmussen y su antecesor en el cargo Jaap de Hoop Scheffer.”
“El magnate de la era digital Bill Gates, fue el único asistente que habló algo a la prensa antes del encuentro. ‘Soy uno de los que estará presente’, dijo y anunció que ‘Sobre la mesa habrá muchos debates financieros’.”
“Los especuladores de la noticia hablan de que el poder en la sombra analizó el futuro del euro y las estrategias para salvarlo, la situación de la economía europea y el rumbo de la crisis. Bajo la religión del mercado y el auxilio de los drásticos recortes sociales se quiere seguir prolongando la vida del enfermo.
“El Coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, definió con claridad el mundo que nos imponen los  Bilderberg: ‘Estamos en el mundo al revés; las democracias controladas, tuteladas y presionadas por las dictaduras de los poderes financieros’.”
“Lo más peligroso, que ha salido a la luz en el diario español Público, es el consenso mayoritario de los miembros del Club a favor de un ataque norteamericano a Irán [...] Recordar que los miembros del Club sabían la fecha exacta de la invasión a Irak del 2003 diez meses antes de que ocurriera”.
¿Es acaso una invención caprichosa la idea, cuando esto se suma a todas las evidencias expuestas en las últimas Reflexiones? La guerra contra Irán está ya decidida en los altos círculos del imperio, y sólo un esfuerzo extraordinario de la opinión mundial podría impedir que estalle en muy breve plazo. ¿Quién oculta la verdad? ¿Quién engaña? ¿Quién miente? ¿Algo de lo que aquí se afirma puede ser desmentido?
Fidel Castro Ruz
Agosto 15 de 2010
8 y 25 A.M.

sábado, 14 de agosto de 2010

Estados Unidos: De la libertad al fascismo.

Las izquierdas y López Obrador
Héctor Díaz-Polanco
En innumerables ocasiones me he visto en el trance de atender a la curiosidad de colegas y amigos latinoamericanos que me inquieren sobre la terrible debilidad de la izquierda mexicana, su desorganización y carencia de proyecto. Por supuesto, su visión de la izquierda se centra en la trayectoria que ha seguido el PRD en los últimos años y la situación a que ha sido conducido.
Trato de explicarles lo mejor que puedo que, en la coyuntura de los últimos años, la izquierda mexicana no puede identificarse con el PRD ni mucho menos reducirse a esta agrupación partidaria; que más bien, a últimas fechas, la energía transformadora de la izquierda se expresa principalmente en un vigoroso movimiento popular que lucha contra el régimen neoliberal, al margen de la estructura partidista tradicional, y que es liderada por Andrés Manuel López Obrador.
Insisto en suma en despejar lo que en mi opinión es una falacia promovida por los medios y sus comentaristas: que la izquierda atraviesa por su peor momento y ha dejado de ser una opción. Tal conclusión resulta de la costumbre de identificar fuerza política con estructura partidaria, sobre todo si posee aparato y registro. Este no es un buen método para abordar el asunto. En una perspectiva gramsciana, el verdadero partido no es sólo una institución, la organización técnica y sus aparatos, sino la fuerza social o el movimiento en el que encarna un proyecto: todo el bloque social activo. Es por esto, observa Gramsci, que un partido orgánico y fundamental puede aparecer como varias fracciones, cada una de las cuales adopta el nombre de partido e incluso de partido independiente (es el caso del PRI y el PAN), mientras el estado mayor intelectual y político del verdadero partido puede permanecer en la oscuridad. El que esos diversos partidos constituyen en realidad una unidad orgánica lo demuestra el hecho de que se acoplan inmediatamente en cuanto perciben un real antagonista al proyecto del que son expresiones.
Vistas así las cosas, el partido más poderoso de la izquierda hoy día es el movimiento que inspira y encabeza López Obrador. Pero no es el único; se deben considerar otras fuerzas (el zapatismo, etcétera) que alimentan el gran caudal de las izquierdas mexicanas. Es por no tener esto en cuenta, y estar con la vista fija en el PRD y en el juego de la fracciones partidarias, que el despliegue de fuerza y organización mostrado en la concentración del Zócalo, el pasado 25 de julio, produjo tanto desconcierto e incluso desazón en algunos sectores. Obstinadamente se negaron a reconocer el movimiento que crecía desde abajo, al margen de los partidos convencionales, y que, como dijo el poeta, brota/ y se derrama y cruje como una vena rota.
Mientras se repetían que AMLO y su movimiento se habían desgastado y que ya no eran una opción a tomar en cuenta, cerraron los ojos a los millones de credencializados, a los miles de comités creados en todo el país, a los millones de ejemplares del periódico Regeneración que circulan de familia en familia, a los círculos de reflexión; y sobre todo, minimizaron el crecimiento de un liderazgo con sólido perfil de honestidad, congruencia e identificación con los sectores populares (fruto de su conocimiento de primera mano de la realidad sociocultural del país). Considerando el nivel de organización logrado hasta ahora, su empuje y alcance nacional, se puede derivar una conclusión completamente distinta a la sombría apreciación inicial: comparativamente, la izquierda mexicana está hoy en uno de sus mejores momentos.
Sin duda, el desarrollo del movimiento ha sido estimulado por las políticas del actual gobierno, ajenas al interés general. Pero también, hay que decirlo, por la estrategia y las prácticas impulsadas por la llamada izquierda moderna que hoy controla el PRD. Aferrada a los tópicos de la socialdemocracia en su versión neoliberal, sin clara orientación social, apostando a las alianzas con fuerzas conservadoras que destruyen la diferencia, la importante distinción política por lo que hace al proyecto de país, esta izquierda ha caído en el descrédito (y no hablo aquí de la base del PRD). En la actual coyuntura, el movimiento social que se expresó en el Zócalo ha cumplido ya un vital papel: evitar la completa demolición del proyecto de la izquierda.
Alarmados por esta tendencia, algunos aseguran que AMLO cometió el error de abandonar el centro en 2006, y yerra al no buscarlo ahora (Denise Dresser dixit).Por centro entienden las posiciones y prácticas socialdemócratas que se estilan en Europa y en algunos países de América Latina (por ejemplo, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Chile). Es ocultar que en esos países tales fuerzas, una por una, han perdido el poder precisamente por querer situarse en el peldaño que les marcó la derecha (que es siempre quien finalmente define el centro políticamente correcto).
La única posibilidad de que el movimiento de AMLO logre sus objetivos programáticos es que se mantenga alejado de ese falso centro (neoliberal, insensible a las necesidades de las mayorías y servidor de los grandes potentados). Y esto, no sólo por razones electoreras, sino por preceptos ético-políticos de los que no hay que desviarse ni un milímetro. Los comentaristas que se dedican a dar consejos a AMLO para que sea moderado, en realidad buscan que entre en la pendiente enjabonada de los acuerdos con los poderosos. Eso anularía cualquier cualidad innovadora en su proyecto. ¿De qué serviría que llegara así a la Presidencia, atado a grupos de intereses facciosos y por ello invalidado como gobernante para las mayorías? Eso, además, sería su muerte política ante los ojos de la mayoría de los mexicanos, como lo ha sido de la izquierda moderna.